Ayer

Porque hoy barrunto tristeza desde que desperté,
Porque se me atraganta un te quiero en la garganta,
Porque ando deshecho por dentro,
Llamaré a tus jaurías del infierno
Y las pondré a arrasar el mundo a sangre y fuego.
Ella es inspiración,
Es llanto,
Es grito ahogado,
Es fuego,
Lo es todo,
Y es nada.
Me ha dejado tan tocado,
Porque me robó el corazón,
Se lo entregué en bandeja de plata,
Lo masticó y lo escupió en un rincón,
Por eso me siento a ratos tan roto,
Tan vacío y tan sólo.

Le pido a la luna

Que alumbre tu vida

La mía hace ya tiempo que yace fundida... 

La flor del falso nombre

Eres, amor, el brazo con heridas

y la pisada en falso sobre un cielo.

Eres el que se duerme, solitario,

en el pequeño bosque de mi pecho.

Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres el viejo llanto y la tristeza,

la soledad y el río de la virtud,

el brutal aletazo del insomnio

y el sacrificio de una noche ciega.

Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres un frágil nido, recinto de veneno,

despiadada piedad, ángel caído,

enlutado candor de adolescencia

que hubiese transcurrido como un sueño.

Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres lo que me mata, lo que ahoga

el pequeño ideal de ir viviendo.

Eres desesperanza, triste estatua

de polvo nada más, de envidia sorda.

Eres, amor, la flor del falso nombre.

Efraín Huerta

Fin

Empezar por el final, 

O quizás comenzar 

De nuevo,

Después de terminar.

¿O quizás sea mejor 

Tratar de reparar 

lo que parece irreparable?

Dudas, 

Cuestiones irresolubles 

A pesar de tanta noche en vela.

Todo se va hundiendo lentamente, 

En un foso de desidia y hastío,

Sin los cimientos del amor y la confianza, 

Bajo el peso de la rutina y la tristeza

Por las verdades no afrontadas, 

Por las mentiras calladas, 

Esto bien pareciera ser el fin, 

De tan larga historia, 

De tantas risas, 

Y tantas penas.